jueves, 17 de febrero de 2011

El movimiento Slow

En Europa por estos tiempos tiene lugar un gran movimiento llamado "Show Food". La asociación internacional del alimento lento, cuyo símbolo es un caracol, tiene su base en Italia. El movimiento "Slow Food" pregona que la gente debe comer y beber los alimentos saboreando, "bronceando" su preparación, compartirlos con la familia, los amigos, sin rapidez y con calidad. La idea está en oposición a los alimentos de preparación rápida y que representan un estilo de vida. La sorpresa, sin embargo, es que este movimiento del alimento lento es una parte de la base del movimiento llamado "Slow Europe" como precisó Business Week en su última edición europea.

La base de todo consiste en la cuestión de la "rapidez" y la "locura" generada por la globalización, para mí lo asocio a la "cantidad que tiene" en contraposición a la calidad de la vida o a la "calidad del".

Según Business Week, los trabajadores franceses, incluso trabajando menos horas (35 horas por semana), son más productivos que sus colegas norteamericanos o ingleses.

Los alemanes, que en muchas compañías habían instituido una semana de 28.8 horas de funcionamiento, han modificado su productividad para no crecer nada menos del 20%. Esta llamada "actitud lenta" está llamando la atención, incluso de los americanos, apologistas del "Fast" y del "Do it now".

Sin embargo, esta "actitud sin prisa" no significa hacer poco, ni poca productividad. Significa hacer las cosas y trabajar con más "calidad" y "productividad" con una perfección más grande, con atención a los detalles y con menos "tensión". Significa volver a tomar los valores de la familia, de los amigos, del tiempo libre, del ocio y de las comunidades pequeñas. Del "local", pr esente y concreto, en contraposición al "global" indefinido y anónimo. Significa volver a tomar los valores humanos esenciales, los place res pequeños de lo cotidiano, de la simplicidad de vivir y convivir y la religión y la fe.

Significa un ambiente de trabajo menos coercitivo, más alegre, "leve" y, por lo tanto, más productivo, donde los seres humanos felices hacen, con placer, lo que saben hacer mejor. Esta semana, quisiera que usted pensara un poco en esto. ¿Será que los viejos dichos "Caminando despacio se puede llegar lejos" o "la rapidez sigue siendo el enemigo de la perfección" no merecen otra vez nuestra atención en estas épocas de locura salvaje? - ¿Será que nuestras compañías tendrían que pensar también en programas serios de "calidad sin prisa" incluso para aumentar la productividad y calidad de nuestros productos y servicios sin la pérdida necesaria de la "calidad del ser"? La película "perfume de mujer", tiene una escena exquisita, en la cual un personaje ciego (interpretado por Al Pacino) saca a bailar a una mujer joven y ella contesta: "no puedo, porque mi novio va a llegar en unos minutos."

Él responde "pero en un momento se vive una vida", conduciéndola en un paso de tango.

Esta escena pequeña es el momento más bonito de la película. Alguna gente vive en función del tiempo, pero parece que solamente lo alcanza cuando muere infartada, o algo similar...Para otros, el tiempo tarda en pasar; están ansiosos con el futuro y se olvidan de vivir el presente, que es lo único que existe. El tiempo lo tienen todos por igual. Nadie tiene más ni menos que 24 horas por día. La diferencia es lo que cada uno hace con su tiempo.

Necesitamos saber aprovechar cada momento, porque, como John Lennon dijo... "la vida es lo que sucede mientras hacemos planes para el futuro".

Tomado de:

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